viernes, 3 de agosto de 2007

En Acapulco....Éramos muchos y dio a luz la abuela

Ensayo demográfico para Ernesto García Moraga y el prolífico pueblo de Acapulco.

Soy Joe Killer, el detective y urbanista que aplastado por la explosión demográfica de Acapulco, cerros que lo rodean y valles que lo circundan, da un grito de alerta diciendo:

¡Basta Acapulqueños y vecinos... No más niños, y el que pueda que se traslade a otra ciudad.... casi no hay trabajo y el futuro lo veo mucho peor!

Todos vinimos a Acapulco con la ilusión de que las calles estaban pavimentadas de oro y los viejos pobladores nos dimos cuenta que no solo no tenían oro sino que ni siquiera pavimento y si lo querías, lo tenías que poner tú mismo o pagar porque lo hicieran.

Por paternalismo mal entendido se prohijó el paracaidismo despoblando Guerrero y estados circunvecinos. En ese barril sin fondo volcaron miles de millones de pesos en colonias populares y asimismo despoblaron ejidos, comunidades agrícolas, pueblitos y pueblos hasta que Guerrero no produce ni lo mínimo que consume. Somos un estado dedicado a convivir con el Jet-Set en las playas, untados de aceites de coco, una toalla en la mano y la “tanga” por vestuario... a explotar al turismo, por la buena antes y ahora hasta por la mala y con asaltos... somos los “chulos” del turista y la población con más vendedores ambulantes y “le muevo la barriga” del mundo.

Aseguran los urbanistas, y parece razonable, que una ciudad de posible y probable crecimiento al futuro no debe contar más que con un millón de habitantes y cinco ciudades satélites que la alimenten en un radio de 50 a 150 kms, una de ellas industrial, otra pecuario, una más agrícola, la siguiente estudiantil y la burocrática oficial... En Acapulco con gran fisión al futuro como en “olla de pozole” volcamos todo junto y la ciudad satélite a un lado, Zapata-Renacimiento que en cinco años, esa zona será la del millón de habitantes y se fue al diablo lo que se soponía era el “Corredor Industrial” de Acapulco y posible fuente de trabajo para miles de obreros.

Cuarenta y dos oficinas federales y estatales ordenan, planean, proyectan y reallizan (además y cobran) y encima una “plastota”, un fideicomiso poderosos, arbitrario y despilfarrador, “el Papucho” de los “Papuchos” que explotan y chantajean a un pseudo-municipio libre y a un Ayuntamiento sin recursos, que cuando les explotan en la cara sus “tontejadas” se lavan las manos como Poncio (el famoso Piloto) y se la cargan siempre a las Presidencias Municipales pasadas, presentes y futuras.

Sugiero a todos los grupos cívicos y profesionales que por una vez (ahora todos ellos dedicados a discusiones Bizantinas, sobre derechos civiles y militares, sobre si los ángeles tiene sexo y cuántos pueden pisar sobre la punta de un alfiler y cuántos caben sentados en el muro del Malecón o en los restaurantes de la Condesa), repito por una sola vez, todos dediquemos nuestros esfuerzos, peticiones, discusiones y polémicas periodísticas a que se construya una Super Carretera a Acapulco, fuente de trabajo para todos y que sobre ellas circulen transportes turísticos adecuados y variados (sin concesiones de por vida y derecho a pernada) un Aeropuerto con por lo menos aire acondicionado aunque sea “charrito” y lleno de colorines, todo esto por dos razones:

A. Para atraer y las facilidades a la afluencia turística y salvar la economía de Acapulco.
B. Dar facilidades y vía rápida para los que se vayan....y estoy corriendo.

¡A poblador que se va.... puente de plata....!

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